Retroalimentación oral y escrita
Que esta lectura les sirva de apoyo y reflexión de cómo podemos ir en ayuda de nuestros alumnos tratando de llevar a la práctica en nuestras aulas lo que aquí nos señalan.
Una
práctica esencial en la evaluación para promover el aprendizaje es la forma en que
se comunican los avances y resultados del aprendizaje a los estudiantes y la forma
en que se le muestran los pasos que puede seguir para mejorar.
Esta
retroalimentación puede ser otorgada por el docente de forma oral o escrita.
Ambas pueden presentarse en conjunto, ya que a pesar de que el docente pueda
hacer comentarios escritos a los estudiantes es imprescindible la
retroalimentación personal, la relación cara a cara, el diálogo entre el
profesor y el estudiante, dentro del cual este último va asumiendo en forma
progresiva la autonomía en su aprendizaje al comprometerse a realizar acciones
para mejorar.
Según Clarke, “el propósito
de marcar los trabajos de los estudiantes parece ser claro: provee una
retroalimentación personal valiosa a los estudiantes sobre su desempeño y
mejoramiento. La retroalimentación escrita es siempre un pobre sustituto para
la retroalimentación cara a cara” (Clarke, 2000:44)
La retroalimentación oral,
es entendida como “el intercambio de información inmediata mediante el diálogo
entre el profesor y el estudiante sobre las evidencias de aprendizaje, realizando
apreciaciones críticas y proveyendo estrategias para ser mejorado, los
estudiantes se vuelven actores activos de su proceso de aprendizaje porque son
más participativos y se dan cuenta que el aprendizaje no depende tanto de su
capacidad para apuntar a una respuesta correcta sino que depende de su voluntad
de indagar, expresar y discutir su propia comprensión de los temas o
conceptos”(Mineduc, 2005:20)
Una investigación citada
por el Ministerio de Educación en el texto “Evaluación para el
Aprendizaje” (2005), sobre
retroalimentación oral, trataba sobre los tiempos de espera que usan los
profesores cuando formulan preguntas a sus estudiantes. La investigación fue
realizada por Rowe, en 1974 en Estados Unidos. El estudio se centró en clases
de Ciencias Naturales en enseñanza básica y observó el “tiempo de espera” de
los estudiantes para dar respuesta a las preguntas de los docentes. Según este estudio
el promedio de tiempo de espera de los profesores a las respuestas de los estudiantes,
era de 0.9 segundos. Los profesores reconocieron que esperar la respuesta por
menos de un segundo no daba la oportunidad a la mayoría de los estudiantes ni
el tiempo necesario para pensar y formular una respuesta.
En las conclusiones de este estudio se
identificaron los efectos en los estudiantes al alargar “el tiempo de espera”,
estos fueron: las respuestas fueron más largas, bajaron las veces en que nadie
contestaba, las respuestas eran más seguras, los estudiantes desafiaban o
mejoraban las respuestas de otros estudiantes, se ofrecían explicaciones alternativas,
los estudiantes fueron estimulados a contestar de forma más reflexiva.(Mineduc,
2005:132)
Un punto importante en la
generación de preguntas y el tiempo de espera es la posibilidad que tiene el
profesor de indagar en los falsos conceptos que puedan tenerlos estudiantes. Es
importante indagar en lo que dicen los estudiantes, analizar sus respuestas y
no dejar pasar la oportunidad de retroalimentar. Según Stobart, las preguntas
pueden tener una finalidad formativa, que ayuden a descubrir dónde están los
estudiantes, qué es lo que saben y si tienen una concepción errada, indagar
acerca de por qué el estudiante cree que esa es la repuesta correcta, para
comenzar atrabajar desde el estado actual de los estudiantes. (Stobart,
2005:19)
Para sintetizar, las
sugerencias principales que emergen de las innovaciones de los profesores que
participaron en el estudio de Rowe, fueron las siguientes:
a) Las preguntas deben estar formuladas en forma
cuidadosa y reflexiva, indagando las áreas más críticas de un aprendizaje, es
decir las preguntas tienen que explorar temas críticos para el desarrollo de la
comprensión de los estudiantes.
b) El tiempo de espera tiene que alargarse hasta
varios segundos para permitir a los estudiantes el tiempo necesario para
pensar, la expectativa es que todos pueden contestar y contribuir a la
discusión.
c) Las actividades que sigan a procesos de
preguntas y respuestas tienen que ser ricas, en el sentido de proveer
oportunidades para que la comprensión de los estudiantes se desarrolle y se
enriquezca.
La retroalimentación
escrita, por otra parte debe funcionar ligada a la retroalimentación oral, debe
proveer indicaciones claras y concretas a los estudiantes sobre cómo mejorar su
desempeño, e involucrarlos en las acciones de mejora. La retroalimentación
escrita es importante, porque permite concretizar y planificar formalmente las
acciones a seguir.
Una investigación relevante
que se refiere a la retroalimentación escrita, fue realizada por Ruth Butler en
1998 en Gran Bretaña. Este estudio fue de tipo experimental controlado y se
centró en el tipo de retroalimentación que recibían los estudiantes en sus
trabajos escritos y distinguió tres formas de retroalimentación: notas,
comentarios y una combinación notas y comentarios.
Este estudio demostró que
los estudiantes que sólo recibieron comentarios tenían mayores logros de
aprendizaje, los otros dos métodos no tenían efectos en el aprendizaje.
Los docentes de este
estudio se sintieron en algunos casos impactados, ya que no podían entender
cómo la entrega de sólo comentarios escritos podía ser posible en un colegio.
Otros docentes se sintieron
desafiados y querían entender cómo, sólo a través de comentarios (sin
calificación) se podría mejorar los logros de aprendizaje de los estudiantes.
Los profesores que sí
aceptaban la posibilidad de probar con sus estudiantes retroalimentación con
puros comentarios dieron las siguientes razones, basadas en su experiencia en
aula:
a) Los estudiantes rara vez
leen los comentarios, prefieren comparar sus notas con sus pares como primera
reacción.
b) Los profesores rara vez
les dan a los estudiantes tiempo en la sala de clases para leer los comentarios
escritos en sus trabajos y probablemente muy pocos estudiantes los miran en sus
casas.
c) Frecuentemente los
comentarios escritos son breves y poco específicos.
Inés Retamal T.
No hay comentarios:
Publicar un comentario